Chagas, la enfermedad desatendida

Cochabamba, 15 de abril de 2013 (AECID).- Bolivia está tomando “un papel de liderazgo continental” en la lucha contra el mal de Chagas y contra el olvido de una enfermedad infecciosa muy grave, confrontación en la que es también clave la cooperación ofrecida por España con sus programas en Cochabamba, explicó hoy el doctor y experto en enfermedades tropicales Pedro Alonso.

Alonso, director del Instituto de Salud Global, jefe de Servicio del Hospital Clínico y catedrático de la Universidad de Barcelona, es uno de los principales ponentes en la “Semana de Chagas” que será inaugurada mañana en la ciudad boliviana de Cochabamba, capital de un departamento en el que esta dolencia es especialmente virulenta.

La enfermedad de Chagas está ocasionada por un parásito, el Trypanosoma cruzi, que es transmitido al organismo por la picadura de las “vinchucas”, un insecto hematófago presente en casas, granjas, establos y otros locales de labranza. El Trypanosoma cruzi parasita células en diversos órganos y produce lesiones crónicas irreversibles .

El parásito, transmitido por las heces de las vinchucas, la transfusión de sangre no controlada, los trasplantes y por vía genética, destruye los tejidos musculares del corazón, el esófago, el intestino grueso, y el sistema nervioso. Los pacientes a veces llegan a los hospitales con los órganos tan dañados que sólo se les puede aplicar tratamientos paliativos.

Se estima que entre un 10 y un 12 por ciento de toda la población boliviana podría estar infectada por esta enfermedad, que también ha llegado a España por la emigración desde el país andino.

La enfermedad, también conocida como Tripanosomiasis Americana, afecta a buena parte del continente americano, desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina, y debido a la emigración ahora está presente en lugares tan lejanos como Japón, Australia, Canadá o Europa.

En España residen cerca de dos millones de inmigrantes procedentes de América Latina y de ellos 68.000 podrían estar infectados por el Trypanosoma cruzi.

“La globalización –refirió Alonso- implica el movimiento de parásitos y microbios. Tenemos centenares de pacientes de Chagas en el Hospital Universitario de Barcelona, con transmisión vertical de la enfermedad por primera vez en Europa, de madre a hijo, y esto ha llevado a los primera prevalencia rutinaria, al despistaje (los test de la enfermedad) en las mujeres latinoamericanas embarazadas para tratarlas y evitar el contagio al recién nacido”.

En este sentido, la asistencia de España en la lucha contra el mal de Chagas, con una financiación de 2,2 millones de euros a través de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), “ha sido muy importante, visionaria incluso, y ahora es clave que se sostenga. Lo cual no va en contradicción con el liderazgo de los países afectados originariamente, en este caso Bolivia, y la asunción por sus sistemas públicos de la lucha contra la enfermedad”, afirmó Alonso.

Según el experto, “el concepto de desarrollar un modelo de atención integral al enfermo de Chagas imbricado en el sistema público de salud y que además sirva como una plataforma que ayude a generar conocimiento, responder a las preguntas de una enfermedad considerada como olvidada como el Chagas, es una forma de cooperación de vanguardia”.

El especialista español y otros participantes en este seminario que acoge Cochabamba bajo el lema “Semana Chagas. Enfermedad desatendida” visitaron este lunes dos de las seis plataformas de atención integrada que, financiadas por la AECID, funcionan en Bolivia, cuatro en Cochabamba, otra en Sucre y la última en Tarija.

Son la Fundación Privada Clinic, de Barcelona, y la ONG CEADES, de Bolivia, conjuntamente con el Programa Nacional de Chagas (gubernamental), los encargados de implementar este programa, que tiene un horizonte de cuatro años y se puso en marcha en 2010.

Una de esas “plataformas” o unidades clínicas es la que funciona en Punata, localidad cercana a Cochabamba, y que es de carácter pionero en la atención, control y tratamiento del mal de Chagas.

El doctor Jareth Sánchez, responsable de la plataforma de Punata, mostró a los expertos las instalaciones adyacentes al hospital “Dr. Manuel A. Villarroel” y destacó que estas instalaciones se han convertido en la punta de lanza de una red de atención mucho más extensa, que abarca numerosas poblaciones del valle de Punata.

En el dispensario, cada día aparecen nuevos pacientes afectados por la picadura de la vinchuca, que en quechua significa “dejarse caer”. Por la noche, dijo Sánchez, sólo se precisa apagar la luz para que decenas de estos insectos bajen de las techumbres o se dejen caer directamente sobre sus víctimas.

La doctora española María Jesús Pinazo, una de las artífices sobre el terreno del programa, explicó que cada plataforma de atención integral sobre el mal de Chagas funciona de manera independiente, aunque ésta de Punata es un “modelo” para el resto de instalaciones.

“El programa ha hecho que la gente sepa ya qué es el Chagas, que acuda a tratarse y que coopere para prevenirlo”, refirió al respecto el director del hospital Villarroel, el doctor Oscar Orellana.

El responsable del centro hospitalario subrayó que el Gobierno boliviano “también ha entendido que esta atención es una necesidad”, de ahí que se proyecte ampliar las instalaciones.

“Lo que hemos visto hoy es un modelo integrado de formación, de investigación, de atención, que estoy seguro que no existe en otras zonas del continente”, agregó Pedro Alonso.

Según el especialista español, el Chagas “ha sido una enfermedad olvidada, no sólo porque no se ha invertido en el tratamiento, sino porque no se ha invertido en la investigación. Es un parásito muy complejo, pero no ha ayudado que haya habido tan poca inversión en conocimiento, en investigación y en desarrollo”.

Los expertos también visitaron la plataforma de atención integral “Cercado”, que se encuentra en el núcleo urbano de Cochabamba. Este espacio, también financiado por la AECID, actúa como centro neurálgico de las otras plataformas.

“Aquí se presta asistencia, se hace investigación, se da capacitación y se mantiene un contacto con la comunidad”, aseveró el doctor responsable de la plataforma “Cercado”, Jimmy Pinto, quien recordó cómo ha ido creciendo la afluencia de enfermos desde todo el departamento de Cochabamba.

El problema es que, con la expansión de las zonas de habitabilidad, se ha ocupado zonas donde la vinchuca desarrollaba su ciclo silvestre. “Cochabamba y este valle es la tierra de la vinchuca”, concluyó el coordinador general de “Cercado”, el doctor Faustino Torrico.

Este programa de lucha contra el mal de Chagas, así como otros que se están llevando a cabo en otras partes del mundo, demuestran el compromiso de España con esas “enfermedades olvidadas”. La cooperación española cuenta con un plan general que atiende a este tipo de dolencias, con la combinación de programas de control,  proyectos a través de ONGs y diversas actividades de investigación.

AECID