Patrimonio Cultural y Desarrollo: compromiso de la Cooperación Española con la preservación, conservación y puesta en valor de Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad (UNESCO) de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos.
Santa Ana fue fundada en 1755 doce años después de la expulsión de los Jesuitas. Los misioneros ya habían abandonado esta área cuando la comunidad indígena decidió construir la Iglesia, siguiendo el legado y enseñanzas de los jesuítas.
Las Misiones Jesuíticas de Chiquitos se establecieron a partir de la segunda mitad del siglo XVII y hoy se ha han convertido en un legado extraordinario, porque son las únicas misiones jesuíticas que no fueron destruidas luego de la expulsión de los jesuitas de las colonias españolas.
El padre suizo Martin Schmid fue el arquitecto y músico creador de las iglesias misionales, con un estilo barroco mestizo. En la construcción destaca el uso de los materiales naturales del lugar como la madera, que se usó en las columnas talladas, los púlpitos y cajonerías, y los altares bañados en oro, así como el tallado de las imágenes, una labor mestiza que continuó hasta la actualidad en talleres de formación.
Santa Ana es parte de ese legado y luego de más de tres siglos sus habitantes mantienen la tradición de seguir yendo a misa en la magestuosidad de su templo, a disfrutar de los conciertos de música barroca, como lo hacían cuando los jesuitas regían las misiones.