8 DE MARZO, 2010 CENTENARIO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES
La celebración del día 8 de marzo es el resultado de las luchas para lograr la dignificación y emancipación de las mujeres trabajadoras y de todas en general.
El 8 de marzo de 1908, más de 100 trabajadoras murieron quemadas en un incendio provocado por el patrón de una fábrica de Nueva York cuando reclamaban su derecho de unirse a los sindicatos, mejoras salariales y una jornada de trabajo de menos de 12 horas. En el marco de la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, para honrar la memoria de las caídas en esa lucha, Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, entre otras, propusieron el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Desde el primer día de la Mujer hasta hoy se ha avanzado mucho. Sin embargo, mujeres y hombres no disfrutan de los mismos derechos en ningún lugar del mundo.
Hoy, 8 de marzo de 2010, día de todas las mujeres, en plural y en toda su diversidad, aprovechamos para homenajear a todas las luchadoras del mundo y a las mujeres que han sufrido los terremotos recientes. En especial quisiéramos recordar a como las líderes feministas haitianas que murieron en el terremoto del 12 de enero pasado, así como a los grupos de mujeres de ese pequeño país devastado que están trabajando para garantizar que los derechos humanos de las mujeres sean respetados en esta crisis y en los meses por venir.
Junto a ellas, a las Feministas en Resistencia de Honduras, que en este día hacen un llamado a las organizaciones feministas del mundo, a los movimientos internacionales de mujeres, a los movimientos populares y a las instituciones democráticas de todos los continentes y, por supuesto, a todo nuestro pueblo para que desde sus respectivos espacios contribuyan a detener la ola represiva en contra del movimiento popular hondureño que está librando una lucha pacífica por lograr una vida en paz y libertad. Y que nos dicen:
¡Por la libertad y el respeto a la vida del pueblo en resistencia!
¡Ni golpes de Estado ni golpes a las mujeres! ¡Por la emancipación de la mujer y de todos los oprimidos!
Por otra parte, hacemos eco de la convocatoria del movimiento feminista de Madrid que convoca a la tradicional manifestación, esta vez bajo el lema «Frente a la crisis del capital, no financiar al sistema Patriarcal», para denunciar la cantidad de dinero público que se ha destinado a financiar un sistema económico que genera desigualdad y exclusiones, mientras la ciudadanía y sobre todo las mujeres sufrimos las consecuencias de la crisis, en un contexto social donde se están dando retrocesos importantes debido las políticas de privatización de los servicios públicos y la disminución del gasto social en temas que nos afectan sobre todo a las mujeres como es la educación, la ley de dependencia, la feminización de la pobreza, etc. Ante esta realidad, es necesario construir alternativas feministas que incidan en un cambio de las políticas cuyo objetivo sea cubrir las necesidades de la ciudadanía y no las necesidades de los mercados.
Y, por supuesto, nos unimos al acto oficial de conmemoración del día 8 de marzo con las ministras del estado plurinacional de Bolivia y, también a las organizaciones de mujeres bolivianas que convocaron hoy su marcha y que en su pronunciamiento declaran entre otras cosas:
«Exigimos al Estado Plurinacional dar cumplimiento a las políticas públicas, que garanticen los derechos civiles, políticos sociales, económicos y culturalesde las mujeres hasta alcanzar la igualdad de oportunidades y equidad de género, en el marco del equilibrio social. El cumplimiento a las recomendaciones y compromisos asumidos con la (CEDAW) Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres.
Garantizar la transversalidad de políticas de género en todas las instituciones y la implementación y fortalecimiento de un mecanismo para responder a las políticas referidas al adelanto de las mujeres. Diseñar políticas específicas para enfrentar los elevados índices de violencia contra las mujeres y establecer un registro único nacional de atención de casos de violencia».
Así como a las organizaciones que ratifican su lucha por un proceso de cambio que transforme estructuras y prácticas institucionales, políticas, sociales, culturales y económicas que reproducen la discriminación, subordinación, pobreza y exclusión de las mujeres.