IEPALA Y AECID AYUDAN AL RECONOCIMIENTO DEL DERECHO DE LA TIERRA Y TERRITORIO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS GUARANÍES.

PUEBLOS INDIGENAS.- El pasado jueves 29 de marzo 2012, se realizó la conmemoración de los CXX años de la muerte del Gran Líder guaraní Apiaguaiki Tumpa (primer defensor Guaraní de los derechos de su pueblo en Bolivia)en Monteagudo (Chuquisaca) donde estuvieron presentes el presidente Evo Morales; el Ministro de Gobierno, Carlos Romero; el Presidente de la APG Faustino Flores; los capitanes del Consejo de Capitanes de Chuquisaca (CCCH); miembros de NOR SUD, CEJIS y IEPALA (ONGD española), y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

En esta conmemoración el presidente hizo entrega de varias resoluciones de expropiación de tierras y dotación de éstas al pueblo guaraní  de Chuquisaca por un total de 82.8080 hectáreas a favor de la TCO Avatire Ingle. No obstante, este pueblo sigue exigiendo el cumplimiento de sus derechos de acceso a la tierra y restitución de su territorio ancestral, canalizando sus demandas a través de la CCCH como su órgano representativo.

El pueblo guaraní reivindica el derecho a la “libre determinación” –reconocido por el convenio 169 de la OIT y la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia- y por ello demanda la reconstitución territorial como vía para desarrollar la vida comunitaria y reproducir su cultura según sus normas y procedimientos propios, y como la única manera de solucionar sosteniblemente el histórico problema del pueblo guaraní: el sistema de servidumbre o “empatronamiento” persistente hasta la actualidad a través de relaciones de servidumbre, sometimiento, explotación laboral y formas análogas de esclavitud.

Para contribuir con la paulatina solución de esta compleja problemática se han propiciado en Bolivia una serie de procesos agrarios, entre los que destacan la primera expropiación de tierras -2011- a favor de los pueblos indígenas en la historia democrática boliviana, hablamos de la Hacienda “El Carmen” ubicada en el municipio de Huacareta en Chuquisaca. Estas 846 hectáreas de tierras expropiadas fueron dotadas al pueblo guaraní y en la actualidad 20 familias viven asentadas en este territorio construyendo una nueva comunidad denominada “Sararenda” con el apoyo de la CCCH. Este precedente histórico en la lucha indígena por el territorio abre una esperanza para otras demandas similares en el país y en la región, al marcar jurisprudencia en materia legal al estar enmarcados en el derecho internacional de los pueblos indígenas y tribales.  

La CCCH realiza estas y otras tareas en favor de los derechos del pueblo guaraní con el apoyo técnico y financiero de las ONGD locales NOR SUD y CEJIS en el marco del convenio con IEPALA (Instituto de Estudios Político Para América Latina y África): Fortalecimiento de capacidades humanas e institucionales de las poblaciones indígenas guaraníes y afro descendientes, altamente vulnerables a situaciones de violación de derechos humanos y violencia de género, en Paraguay, Bolivia, Colombia y Ecuador. Las acciones que se realizan en Bolivia con este convenio van encaminadas a: el desarrollo en mujeres y hombres guaraníes de capacidades de negociación y defensa de los derechos humanos; el fortalecimiento del liderazgo de la CCHH, CAP y la APG en el ejercicio de los derechos del pueblo guaraní; el apoyo técnico/jurídico a las demandas históricas de tierra y territorio del pueblo guaraní; la creación de propuestas comunitarias de política pública sobre los derechos colectivos; y la difusión y visibilización de las situaciones de vulneración y violación de derechos humanos y de género individuales y colectivos que afectan al pueblo guaraní en Bolivia.

La apuesta por los derechos de los pueblos indígenas de la AECID y IEPALA en el marco de este convenio se traduce en mayores oportunidades y capacidades de la población guaraní a la hora de ejercer y exigir el reconocimiento de sus derechos. Ello repercute en el cumplimiento de los tratados internacionales de derechos de los pueblos indígenas de los cuales son signatarios tanto España como Bolivia. Asimismo resulta directamente en una mejora de las condiciones de vida del pueblo guaraní y en definitiva en su desarrollo social, comunitario, político y cultural como pueblo indígena.