Esa molécula contra el chagas, fabricada en Japón, se prueba en pacientes de Sucre, Tarija y Cochabamba.
Javier Méndez Vedia
Periódico El Deber
Se llama E1224 y está eliminando el Tripanosoma cruzi, el parásito que causa el mal de Chagas. La molécula fue fabricada por el laboratorio japonés Eisai. Es un medicamento contra los hongos llamado ravuconazol. Gracias a un convenio con DNDi (Drugs for Neglected Diseases), una organización que se ocupa de enfermedades desatendidas, se está realizando este estudio en 246 pacientes bolivianos. Científicos de Bolivia y España colaboran en esta iniciativa. Joaquim Gascón, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona, participa en el estudio.
Las pruebas acaban a fin de año. ¿Se tendrá rápidamente el medicamento?
No estará disponible. Se está probando y a lo mejor a finales de año sabremos los resultados del estudio. Para que esté disponible para el uso de todos los pacientes, si funciona, puede pasar mucho tiempo.
¿Unos cuatro o cinco años?
Unos cuatro o cinco años, si todo va bien. Este es un estudio fase dos, luego viene la fase tres con más pacientes y en otros países. Si funciona, se podría poner a disposición de la gente. No ocurre así solo para este fármaco en concreto, sino para todos.
¿Quiénes financian esta investigación?
Es un estudio de una organización internacional que se dedica a buscar fármacos de enfermedades desatendidas: la DNDi (Drugs For Neglected Diseases). También está Welcome Trust, una organización inglesa. El fármaco se produce en un laboratorio japonés llamado Eisai.
¿Se fabrica solo para esta prueba?
Es un medicamento nuevo, aunque pertenece a una familia de medicamentos conocida. Se prueba, de momento, para chagas.
¿Cómo se inició el contacto con Bolivia?
En España no tenemos vinchucas, entonces no teníamos la enfermedad. Con los flujos migratorios durante los últimos 15 años, llegaron algunas personas que tenían el chagas crónico. Diagnosticamos a estos pacientes y los tratamos. La mayoría era de Bolivia. Además de tratarlos, quisimos colaborar con un grupo de Bolivia para cambiar los protocolos y hacer un proyecto de colaboración beneficioso para ambos.
Nos pusimos en contacto con Faustino Torrico, de la Universidad San Simón de Cochabamba. Era una de las personas que más publicó sobre chagas en Bolivia. Trabajó con niños infectados, con transmisión de mujeres a niños y en el ámbito científico era conocido e importante. Primero lo invitamos a un taller especializado en chagas en 2005 y luego hablamos de la colaboración. Nos entendimos a nivel personal y científico y así nació en 2008 el proyecto de la Plataforma Barcelona-Cochabamba.
¿Qué fue primero?, ¿el fármaco o la necesidad de tenerlo?
Primero la necesidad. Solo tenemos dos fármacos antiguos para tratar el chagas.
http://www.eldeber.com.bo/joaquim-gascon-la-e1224-elimina-el-tripanosoma/130309185434
