El agua, un instrumento para la paz!!

  • La Gestión Integrada de los Recursos Hídricos y el enfoque de derechos son clave para promover sociedades más inclusivas, igualitarias y pacíficas. 
  • La gestión coordinada del agua puede mejorar la cooperación entre regiones, países o comunidades.

La gestión del agua puede desencadenar conflictos o mejorar la cooperación entre regiones, países o comunidades. Cuando el agua escasea o el acceso es desigual, las tensiones aumentan fácilmente, provocando enfrentamientos que pueden ir desde las disputas entre vecinos hasta la confrontación entre países fronterizos.

Tal y como señala la ONU, en el mundo hay más de 300 cuencas transfronterizas que requieren un esfuerzo para afianzar y extender los acuerdos de cooperación, especialmente debido a los nuevos desafíos que impone el cambio climático.

La Asamblea de la ONU sobre el Medio Ambiente  reconocía la importancia de la cooperación transfronteriza y las acciones multilaterales:

“Consideramos la necesidad fortalecer la cooperación internacional en materia de agua, a todos los niveles, y destacamos la necesidad de un enfoque integrado de Naciones Unidas con respecto al agua, en línea con la próxima estrategia de todo el sistema de las Naciones Unidas para el agua y el saneamiento.”

Cualquier río, acuífero o lago da siempre servicios a multitud de comunidades diferentes, que han de ponerse de acuerdo para lograr la mejor gestión de esas aguas. 

Por ello, desde el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) de AECID, se trabaja con un enfoque de Gestión Integrada de Recursos Hídricos que promueve una administración coordinada del agua, teniendo en cuenta las necesidades de las personas, la conservación del medio ambiente y los usos productivos, con el objetivo de garantizar la Seguridad Hídrica a largo plazo.

Los  programas de cooperación, además de ampliar el acceso al agua y al saneamiento, trabajan también para fortalecer las instituciones del sector, apoyar políticas públicas e impulsar estrategias de gestión y planificación, además de favorecer la participación ciudadana y la rendición de cuentas de las instituciones.

Todo ello se hace prestando especial atención a los recursos hídricos transfronterizos, un aspecto en el que el FCAS ha trabajado especialmente a través de diversas iniciativas. Entre ellas fondos del Programa LAIF Regional, financiado por la Unión Europea, a través del cual se han articulado propuestas específicas como la Iniciativa Pantanal, que ayudará al desarrollo sostenible de un espacio de más 170.000 kilómetros cuadrados de humedal tropical –el más grande del mundo-, compartido entre Bolivia, Brasil y Paraguay. El objetivo es ayudar a los gobiernos locales a garantizar la seguridad hídrica de la zona, a través de estudios que faciliten la conservación de las cuencas y optimicen la gestión del recurso y la conservación de los ecosistemas. Por otro, el FCAS ha editado, junto a la Conferencia de Direcciones y Autoridades Iberoamericanas del Agua (CODIA)  un documento de análisis destinado a extraer conclusiones y recomendaciones en cuanto al manejo de aguas transfronterizas en el ámbito iberoamericano. Gracias a iniciativas como esta, se facilita la puesta en común de las políticas hídricas de los países, mejorando la gestión pacífica, la estabilidad internacional y la garantía para las poblaciones de que las fuentes de agua no van a ser utilizadas como arma arrojadiza o medida de presión ante conflictos políticos. 

ENFOQUE DE DERECHOS 
Asimismo, las intervenciones del FCAS integran de forma transversal el enfoque de Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento en todas sus intervenciones, como una forma de avanzar no sólo hacia el cumplimiento del ODS 6 –agua para todas las personas-, sino también de promover sociedades más inclusivas, igualitarias y pacíficas. En este sentido, el FCAS ha promovido la creación de herramientas para incorporar los criterios relativos a los derechos humanos tanto en sus actuaciones como en las de las entidades con las que colabora. Un ejemplo de ello son plataformas como la Herramienta para la Incorporación de los Derechos Humanos al Saneamiento en la gestión municipal o la Lista de comprobación para el cumplimiento de los Derechos Humanos en proyectos de agua y saneamiento.  Herramientas que, a un nivel micro, permiten una perspectiva de derechos humanos, imprescindible para “prevenir, abordar y superar los conflictos”, tal y como señala el Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo, en el informe titulado “Agua como argumento para la paz”.